mirar

parque

Pisando charcos.

Sabéis como quedan las tardes después de un chaparrón veraniego. Con olor a lluvia y a tierra mojada, con una ligera brisa, y con charcos aquí y allá.
Pues así estaba la tarde de mi sábado, cuando salimos a pasear al parque, y por primera vez, pude disfrutar, de lo que creo que va a ser una de mis aficiones favoritas.
Saltar y bailar sobre los charcos, reírme y correr de uno a otro, y volver a chapotear sobre el agua. Mientras mis zapatillas cambiaban de su rojo vivo, a un húmedo y apagado bermellón.
Un atardecer genial en el “parque nuevo”.

Las brujas de Celina

Como ya os he contado en mas de una ocasión las amigas de mama son un grupito de brujitas muy simpáticas. Hoy las quiero invitar a ellas, y a todos vosotros a visitar el blog de una amiga se llama Celina, y es una ilustradora argentina, que tiene unos dibujos muy bonitos. Algunos de ellos de “unas brujas muy simpáticas” que me recuerdan a esas amigas de mama.

Espero que os guste.

Me uno a la campaña

La flor del Principito.

De a poco fui conociendo mejor a esa flor. ...

No supe entonces comprender. Cometí el error de haberla enjuiciado por sus palabras y no por sus actos. Iluminaba y perfumaba todo mi planeta. Jamás debí haberla abandonado! Debí haber intuido su ternura detrás de sus ingenuas astucias. Las flores son tan contradictorias! Y yo... demasiado joven para saber amarla."

Antoine de Saint- Exupèry"El Principito"

estatua

Fin de seman de color y viento.

El fin de semana, ha estado muy bien. He estado en casa de mis abuelos, y como siempre me lo he pasado en grande.
El domingo, ya en casa, por la mañana dimos un paseo matutino para ir a comprar el pan y el periódico, hacia una mañana estupenda, y el parque estaba lleno de niños jugando al solete.
Luego mientras mama hacia la comida, papa y yo estrenábamos la temporada de verano de la terraza. Nos pusimos unas camisetas viejas, un mantel en la mesa y nos dispusimos a dar color al avión que estamos haciendo, el otro día hicimos el cuerpo con unos tubos de cartón y papel todo ello recubierto del ungüento mágico de papa, pegamento y agua a brochazos.

Ayer la pintura también fue divertida, con pintura de dedos, dimos color a las alas y el cuerpo del avión. Rojo, Azul y amarillo. Nos manchamos las manos, la cara, las camisetas, y nos reímos mucho.
Luego de recogerlo todo, preparamos el aperitivo, y los tres cómodamente sentados lo tomamos en nuestra terraza recién recuperada del abandono invernal.

Por la tarde bajamos al parque, y como hacia un poco de aire, intentamos volar la cometa, pero el aire se convirtió en viento, y tuvimos que dejarlo, para no dejar sin cabeza a los paseantes. Ya que estuvimos a punto de darle utilidad al casco de una niña, que esquivo en el último momento, con sus patines a toda velocidad, la caída empicada de nuestra comenta.

Cuando terminemos nuestro súper-avión, subiremos una foto para que la veáis. Hoy os dejo una de mi nueva mesa, recién estrenada.